No soy digno de hablar de Adolf Hitler a viva voz. Su vida y su obra no dan pie para habladurías de tipo sentimental. Era un luchador, un combatiente para la humanidad y un predicador del mensaje de la justicia para todas las naciones. Su destino fue que tuvo que actuar en una época de brutalidad sin precedentes, que al fin lo aniquiló. Nosotros, sus adeptos cercanos, nos postramos ante su muerte.
Knut Hamsun (Premio Nobel noruego)
viernes, 28 de agosto de 2009
Honor y gloria 4
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